El éxodo parisino: ¿proyecto concreto o fantasía posconclusión?

Ya no hay ninguna duda: París ya no es atractivo. Los múltiples encierros fueron difíciles para todos, pero parece que las medidas restrictivas impuestas por la crisis sanitaria solo han puesto de relieve las dificultades de la vida urbana. Como resultado, se está sintiendo una nueva ola: los habitantes quieren salir de la ciudad y más particularmente, salir de París.

Antiguamente codiciada internacionalmente por su cultura, su industria y su “arte de vivir”, París parece cada vez más repudiada, tanto por sus propios habitantes como por sus vecinos. Viviendas pequeñas, a precios inaccesibles, en un clima austero, incluso angustioso, vencieron a muchas personas. Si bien la calidad de los servicios médicos y educativos está mejorando en las provincias, ahora quedan pocos argumentos para que la ciudad de París convenza a la gente de que continúe viviendo allí. La capital ahora parece no atraer más que sus oportunidades profesionales y su dinamismo cultural, que ahora se ha estancado.

Según un ranking elaborado por RegionsJob y ParisJob, en asociación con lecabinetHays y publicado el 5 de diciembre de 2020, París se ha convertido en una de las ciudades menos atractivas de las metrópolis francesas, no alcanzando el top 5 de ciudades con mejor calidad. de la vida en general. ¿La única "medalla de oro" para París? El mercado del trabajo. Sin embargo, con la democratización del teletrabajo y las numerosas acciones de ciudades medianas como Grenoble para impulsar su tejido empresarial, conviene preguntarse durante cuánto tiempo París puede mantener esta ventaja.

En un mundo profesional cada vez más desmaterializado y distanciado, ¿es realmente necesario ahora "ir a París"?

Parece que este tema es aún más actual. Según un estudio de Ipsos para Icade publicado en el verano de 2020, el 35% de los residentes de Ile-de-France están considerando mudarse en los próximos meses. Sin embargo, la crisis sanitaria no es la única responsable de esta tendencia, ya que esta cifra se había observado mucho antes de la pandemia. No obstante, la crisis del Covid-19 sigue siendo un catalizador de este cambio, si creemos en el fundador del blog querparis.fr, creado en 2015, que ha observado en los últimos meses un marcado aumento del tráfico en su dominio. El teletrabajo ha jugado un papel fundamental en esto, ya que ha permitido exacerbar los deseos de otro lado, al tiempo que enfatiza la importancia entre la vida profesional y la personal.

Para el mercado inmobiliario, ¿cómo funciona esto?

A pesar de esta tendencia muy presente en las redes sociales, parece que este éxodo urbano aún no está del todo en marcha. Según una investigación del grupo SeLoger.com, aunque las búsquedas de alquileres en París han caído (-23% entre 2019 y 2020), las búsquedas de propiedades en venta han aumentado un 5%. También observamos que la gran mayoría de los parisinos que abandonan la metrópoli lo hacen a favor del suburbio interior, como destaca un estudio realizado por la Orden de Notarios de París. En los últimos seis meses, la proporción de parisinos que compran en los suburbios del interior ha aumentado cuatro puntos en comparación con la media de los últimos diez años hasta alcanzar el 34%. Durante el mismo período, el 11% eligió ir a los suburbios interiores frente al 8% hasta ahora. Además, París no es la única gran metrópoli francesa. SeLoger.com ha experimentado un claro aumento de búsquedas en ciudades como Lyon (un 30% más), Estrasburgo (un 57% más) y Niza (un 70% más). París registró una caída del 9% en este sitio.

Competencia territorial

Otro fenómeno vinculado al éxodo rural se destaca hoy: la competencia entre territorios para atraer a los parisinos que abandonan su lugar de vida. Así, las acciones de marketing territorial se han multiplicado en las estaciones de metro y las comunidades locales compiten creativamente para resaltar sus fortalezas. Las redes de transporte público, las ayudas a la mudanza, las tutorías, ... son muchas las razones y no siempre giran en torno a espacios de vida más amplios o un ritmo de vida más tranquilo.
París luego tomó represalias, deseando mantener a sus habitantes. Se están desarrollando proyectos, en particular la "ciudad del cuarto de hora", es decir, para recrear los servicios locales, para evitar los desplazamientos y el transporte abarrotado. El objetivo es encontrar todo lo que necesita, a 15 minutos de su casa. Asimismo, la multiplicidad de espacios verdes, jardines compartidos e innovación urbana permiten a la capital desarrollar un nuevo argumento: la ciudad sostenible.